RESILIENCIA DE LOS APÓSTOLES Y DISCÍPULOS DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS.

Padre Arturo Pichardo

El término resiliencia está muy de moda en este tiempo a propósito de la crisis sanitaria y económica que experimenta la humanidad en este momento causada por el covid 19, entendida la resiliencia como la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse a alguna situación inusual. Es la capacidad de superación de adversidades que se presentan que a lo mejor no habíamos previsto.

Leyendo los hechos de los Apóstoles durante el tiempo Pascual hemos tenido la oportunidad de ver cómo los Apóstoles, discípulos y discípulas de las primeras comunidades cristianas enfrentaron muchas situaciones difíciles tales como: persecuciones, cárcel, martirio, controversias; causadas por el judaísmo y el Imperio Romano, sobre todo, junto a otras dificultades a lo interno de las comunidades, sobre todo con los miembros de la religión judía que se convertían al cristianismo que querían hacer del nuevo camino una secta del judaísmo ; se destacan las ocurridas en Jerusalén y Antioquía.

De esos conflictos nacieron soluciones que ayudaron a superar las adversidades tales como, el Concilio de Jerusalén, hechos 15; los discursos de Pedro, como cabeza del grupo y lleno del Espíritu Santo: Hechos 2,14ss, hechos 3,11ss, hechos 15, 7-11; el discurso de Santiago, hechos 15, 13ss; la conversión de Pablo de Tarso, con lo cual disminuyó la persecución y se va convertir él, en el gran misionero; la elección de los siete primeros Diáconos, hechos 6, 1-7 que permitió atender a los pobres sin descuidar el anuncio del Kerigma.

Cabe destacar la vida fraterna de los hermanos, la unidad, la solidaridad, “lo tenían todo en común”, hechos 4, 33, la vida de oración, la fracción del pan; en fin, con todos estos elementos, y sobre todo, con la fuerza del Espíritu Santo, se sobrepusieron, perseveraron en la fe y así la Iglesia llegó a nosotros a lo largo de los siglos. Pidamos la fuerza del Espíritu Santo para superar la crisis que nos afecta hoy y permanecer firmes en la fe.