LA FUNCIÓN DE SAN PEDRO EN LA IGLESIA.

P. Arturo Pichardo

En la primera lectura de este domingo aparece un detalle muy interesante que no debemos pasar por alto. Se trata de la profecía de Isaías al mayordomo del palacio, Sebná, quien fue destituido de su cargo y en su lugar el Señor nombró a Eliaquín o Eliacín; a quien le da poderes especiales. “Lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá”.

Esa fue la función que el mismo Jesús le dio a Pedro: “A ti te daré las llaves del Reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en  los cielos”. Mt 16,19

Este pasaje está estrechamente relacionado con una de las apariciones de Jesús resucitado a los Apóstoles, cuando infundió en ellos el Espíritu Santo, según la versión del evangelista San Juan.

“Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos”. Jn 20, 22-23

Para quienes no aceptan la misión del Papa en la Iglesia y el mundo y quienes no creen en el sacramento de la reconciliación o confesión que administra la Iglesia Católica a través de sus Sacerdotes, y para quienes aún “creyendo”, leen e interpretan la Biblia de manera fundamentalista. “El que tenga oídos, que oiga”. Mt 13,19